¿CÓMO SE PRESENTA EL CÓLICO LACTANTE?
Se considera que un lactante sufre de cólicos cuando presenta el siguiente cuadro:
• 3 horas de llanto al día durante, al menos 3 días a la semana.
• Durante 3 semanas (criterios diagnósticos de Wessell).
Puede aparecer entre el nacimiento y el tercer o cuarto mes de edad. Se sabe que son cólicos del lactante puesto que producen dolor abdominal acompañado de contracciones espasmódicas del intestino (*).
“El bebé que padece cólico del lactante no suele tener término medio; o está normal, sonriente y alegre, o está llorando, con dolores agudos, flexionado sobre sí mismo, con el abdomen en tensión”.
Cuanto más agudo sea el cólico más gritará, llorará y se tensará. Esta situación es frustrante para los padres puesto que la solución que les suelen dar en muchos casos es insuficiente y esperar a que los cólicos se pasen, se puede hacer interminable.
Se entiende que el cólico del lactante desaparece en el tercer o máximo cuarto mes de edad del bebé, pero nos siguen trayendo bebés de cuatro, cinco y seis meses con claros signos de cólico del lactante. Estos bebés, en la mayoría de los casos, llevan sufriendo dolores y espasmos desde poco después de nacer.
¿Se puede tratar el Cólico del Lactante?
Es muy importante normalizar este tipo de problemas. Hay bebés de doce, quince meses y niños de cuatro, cinco años que padecen de estreñimiento o que tienen cierta tendencia a que se les irrite el colon y esto provoca que tengan diarreas. Si se pueden tratar desde pequeños y aliviar el cólico del bebé, este problema se debe solucionar.
(*) Un pediatra suele aplicar los siguientes criterios diagnósticos, dividiéndolos en principales y secundarios:
PRICIPALES:
• Llanto paroxístico (más de 3 horas al día, más de 3 días a la semana)- Wessell.
• Comportamientos motores característicos: Piernas flexionadas sobre el abdomen, puños cerrados.
• Agitación. Niño molesto, inquieto, irritable.
• Llanto vespertino.
SECUNDARIOS:
Lactante saludable (llanto inexplicable).
Síntomas gastrointestinales: distensión y timpanismo abdominal, estreñimiento y regurgitaciones.
Falta de respuesta a los estímulos tranquilizantes.
Otras características: estrés de los padres, patrón sueño/ comida alterado.
Para el diagnóstico se debe cumplir al menos tres criterios principales y uno secundario.
0 comentarios